Estos días pasados hemos tenido un tiempo húmedo y frío. Pero hoy hace un buen día. A la esquina de “Petites”, se han congregado para tomar el sol, “Quijote”, “Cacú” y Ángel del Río.
En la misma acera juegan a la “tona” (1) unas rapazas.
D. Juan Seisdedos, Casas el Secretario del Juzgado y D. Ricardo, están tomando café en la galería del casino.
Por la plaza pasa en este momento el tío “Roquiles” el de Matellanes conduciendo un carro de “rachones”. Dice “Vigenge” que son para D. Pepe Huidobro, pero asegura Antolín “El Grillo” que son para casa de “Tolela”. Esto lo ponemos en duda, porque “Forense” y “Mameche”, los hijos de “Tolela” juegan en unión de José “Golda” al correte en la pizarra de la plaza, a si la leña fuera para su padre, habrían ido para ayudar en la descarga.
Delante de la botica de la plaza, pasean D. César, D. Ignacio y el Sr. Gregorio el barbero.
Por la cera de enfrente, pasa Pepita “Engüerros” con un capacho en la mano y es piropeada por el barbudo del tío Linos, que está a su misma puerta.
Elisa la de Manolillo, juega al diábolo a la puerta de los “Primitivos”, y por la calle de Zamora, sube el carro de Julio Mosquera el de Moveros, que ha despachado vino en casa de Susana “La Pirolona”.
Isidoro “El Corchero” y Felíx “Taborda”, arman una ballesta para coger pájaros a la puerta del tío Eulogio,
mientras “Patero” y “Patarricas”, juegan a la “Fórticona” (2) frente a la fragua de “El Mimoso”.
mientras “Patero” y “Patarricas”, juegan a la “Fórticona” (2) frente a la fragua de “El Mimoso”.
Fernando “Cucharilla”, apareja un caballo a la puerta de su casa, ayudado por su cuñado Juan “Pitaña”, que aún no ha empezado a darle a la aguja en esta mañana.
Paco el barbero viene de afeitar a D. Cayetano Leal, mientras que su hijo Federico está arreglando la melena a “La Choriza”, pues como se acercan los carnavales, hay que estar guapos.
El tío Celso, amparado en su cargo de Alguacil, está sentado en el balcón del Ayuntamiento, aprovechándose del buen sol que se agradece en esta mañana.
Frente al convento hay otra tertulia. Se trata de Emilio Escudero, Arturo el “Hojalatera” y Ramón “El Pirete”; comentan un baile a base de altavoces gigante que traerá Araujo para el “Callat” (3).
El Círculo Mercantil organizará uno bueno para el segundo día de Carnaval. Lo ha dicho Maximino el de D. Emeterio, que piensa lucirse, y quien a su vez oyó comentar a D. Rafael Sasó. Habrá regalos para las damas, pues así lo ha dispuesto “Pantalona”, actual presidente del Círculo, quien por cierto está para Braganza; no sabemos si habrá ido por asuntos oficiales de su cargo de Vicecónsul o si por lo contrario ha ido a tomar parte en algunas de las timbas que frecuentemente organiza Ismael, el hermano del tío Linos.
A la puerta del cuartel, está el Sr. Mata haciendo palillos, mientras que el Sr. Quirino arregla una moto rodeado de chicos, pues son ya las doce y ha dado suelta don Emeterio. Por cierto que hay una pelea frente a la cruz. Son “Moquillo” y “Fufú” que discuten por un “bojaco”.
Manolo “El Chivo” con su habitual maestría está repicando en el campanario, pues hay un novenario encargado por Doña Emilia, la madre de D. Cesar, y hay que repicar a las doce.
El tío “Machate” sentado en el poyo de su puerta, platica con “Manengas” que viene del Juzgado. Continúa de Juez de Paz Suplente, y además sin abandonar el turbante.
Pasa Gerardo “Carrizo” con su guardapolvos y unos enredos. Se supone que prepara alguna carnavalada, pues se le vio hablando con “Antoniño” ese portugués que está en casa de Domingo “El Rojo”, que también sabe “faser a mona”.
En casa del tío Nicolasín hay mucho folklores, Bautista, Miguel y Paco preparan mercancías para el día cuatro. De la feria anterior le quedó mucha tullición.
El tío Quico “El Pantomino” viene de casa de su principal con un manojo de Letras.
A las tres de la tarde, en casa de “Pichi”, café recientemente inaugurado, hay bastante animación; partida de julepe a base de Isidro “El Moco”, Felíx “El Magras”, Pablito el Cartero y un carabinero desconocido.
En torno a la estufa del café, están en animada charla Angelito “Canichas”, “Camarero”, Pío Losada y “Sabitas”. Al billar del “buraco”, juegan Tomás Seisdedos y Emilio Carbonero.
“Pichi”, detrás del mostrador, se está dejando convencer por Prudencio “Tenazas” el de Trabazos; pretende éste venderle un aparato de radio, pues es representante del Bazar J. Creo que ya ha vendido un par de ellos.
Quién creo ya tiene uno hace tiempo es Darío Calvo, el que por cierto ha comprado ahora otro coche. Se trata de un “Grahan Paige”, con bocina muy chillona.
Entra en el bar de “Pichi” Antonio “Parucho”, quién toma café y paga religiosamente sus treinta céntimos. Le da la enhorabuena el Sr. Francisco Aguiar, el cual con su habitual seriedad toma una copa de tres cepas. Y es que “Parucho” se casará el parecer con una de Villardeciervos, que también tiene tienda de tejidos. Al Sr. Aguiar se lo contó Saturnina “La Paloma”, un buen día que fue a hacer los chorizos.
Al atardecer de este día, podemos observar la llegada del camión de Turiel.
Lo están descargando en la plaza. “Vilo” arrastra los bultos y Vicente “El Chis” y el tío “Carrasco”, reparten la mercancía por las tiendas.
Más tarde Antolín “El Grillo”, con su voz potente, pregona pescado fresco en casa de “Boni”.
Honorio se dirige hacia el transformador, pero no consigue encender el alumbrado. Este incidente, servirá para que Manolo Carril venda esta noche pilas y focos de linternas y para que se prueben este tipo de artefactos, pues Manolitos el de La Virgen tiene una buena; a Narciso Social, también le ha traído otra linterna Vilo, de Zamora, que competirá esta noche alumbrando la esfera del reloj.
El tío “Nítrico” tiene buena luz. Ha encendido un carburador. En su casa, toman unos “dieces” (4) “Boní”, Santiago “El Caral” y “Puspa”.
En caso de Barros, están también reunidos Clemente el Hojalatero, Gabrielico, Celestino “El Gato”, el tío Romero y Manolo Juanito.
Donde más gente hay es en casa de Social. El tío Victoriano, con su paso cansino, sirve cafés y copas. Se juega a la timba y está tallando Marcelino “Peye”.
De los soportales del Ayuntamiento, surge la estridencia de un “jipido”.
Deben de ser “Nejo” y Zacarias “El Ciro”, que habrán terminado de pelar la pava.
Sigue helando. Se cierra las tabernas y los cafés y las gentes se retiran a sus casas.
Muy temprano, atraviesa la plaza el tío Antonio “El Chivo”, que va a tocar las Avemarías.
Por el “cuesto” sube “Felicolela” con la valija a la espalda. Va a Correos, pero como aún no han abierto, entra en casa de la Fabiana a tomar una copa de aguardiente. Allí está Angel el Zamorano, que es como
se dice una especie de campeón de los madrugadores. Se comenta de que si gana las elecciones D. José María Cid, harán una carretera desde Alcañices a San Vitero. En tanto, “Filicolela” en su mula será el portador, hasta las Figueruelas, de los servicios postales.
se dice una especie de campeón de los madrugadores. Se comenta de que si gana las elecciones D. José María Cid, harán una carretera desde Alcañices a San Vitero. En tanto, “Filicolela” en su mula será el portador, hasta las Figueruelas, de los servicios postales.
En este momento toma la curva del puente el Ford de García el de Nuez. Madruga para quitar viajeros al coche de línea.
Ya es de día, huele a churros en la plaza. Son los que hace la tía Rufina.
Por la era abajo vienen los lecheros de Matellanes. Hay mucha escarcha. Liscinda barre la puerta y el correo está próximo a salir.
Andrés “Rabietas” camina hacia el pajero. Va a echar una pastura a la vacas. Tocan a misa primera.
N. del Redactor: Los personajes que se mencionan no son ficticios. Unos existieron y otros existen. Por eso, al citarlos en esto que es tan trivial e ingenuo, lo hacemos con el máximo respeto hacia los primeros y con nuestra
sincera disculpa para los que aun tiene la dicha de rememorar esta época.
sincera disculpa para los que aun tiene la dicha de rememorar esta época.
La utilización de apodos no tiene otro objeto que dar colorido al relato. No hay animo de ofensa.
Manuel Prieto Santiago
Articulo proporcionado por Ángel Cerezal (bar Central)
(1) LA TONA : Se jugaba en seis rectángulos que se dibujaban en el suelo, uno a continuación de otro, si era sobre tierra, o bien en el cemento que había en la plaza enfrente del café, donde ya estaban las figuras trazadas adecuadamente. El juego consistía en arrastrar una piedra a la pata coja de rectángulo en rectángulo, sin que cayera en las rayas de separación, en uno o mas golpes conforme a las reglas que se pusieran. Quien mas veces conseguía hacerlo ganaba el juego. Normalmente eran niñas quienes jugaban, aunque alguna vez también lo hacían niños.
(2) LA FORTICA : Este juego se realizaba en tierra. Consistía en dibujar un circulo que se dividía en dos partes, una por jugador o bando. Desde la parte que te había tocado se clavaba un clavo en la del contrario y, sin pisar el sitio del del otro, se trazaba una raya que uniera la circunferencia con el diámetro que separaba las partes, ese era ya terreno conquistado. Seguías jugando hasta ganar todo el territorio del contrario o hasta que fallabas.
También con un clavo se jugaba a las islas. Tanto para la fortica como para las islas el sitio mejor era el cuesto. Allí se alternaba, sin solución de continuidad, la peña y la tierra, lo que hacia que el juego entrañara distintas dificultades.
Hablo en pasado aunque supongo que a esto se seguirá jugando. Además espero que la explicación sea comprensible.
También con un clavo se jugaba a las islas. Tanto para la fortica como para las islas el sitio mejor era el cuesto. Allí se alternaba, sin solución de continuidad, la peña y la tierra, lo que hacia que el juego entrañara distintas dificultades.
Hablo en pasado aunque supongo que a esto se seguirá jugando. Además espero que la explicación sea comprensible.
(3) EL CALLAT: Fue una especie de club que fundaron en el café de Escudero, donde vive Alberto, una serie de gentes cachondas, hombres claro. Este nombre estaba formado por las iniciales de los apellidos de los socios p.e. Calvo, Lorenzo, Turiel, entre otros. Para dirigirse uno a otro lo hacían por señas y por una especie de idioma inventado para que no les entendieran. Duro poco.
(4) TOMAR UNOS DIECES: era una medida de vino que se bebía en las tabernas y que se llamaba así por su costo que era de 10 céntimos de peseta. Ojo digo en las tabernas, en los cafés no se vendía vino, estaba mal visto.
Explicaciones por gentileza de Zoela.
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