martes, 8 de octubre de 2019

EL OFICIO DEL BUEN PASTOR POR LAS TIERRAS DE ALISTE: TOLILLA DE ALISTE / GALLEGOS DEL RÍO / ZAMORA / C.A.DE CASTILLA Y LEÓN / ESPAÑA / EUROPA.


Por Simón KATON ÁLVAREZ. Expastor en Tolilla de Aliste, de Marzo de 1943 a Diciembre de 1945, y alguna alternancia posterior en 1946 y +.

En el escritorio / oficina de mi Casa en la Ciudad de Buenos Aires, de la República Argentina, donde llegué como inmigrante desde España, y donde estoy radicado desde la tarde noche del 09 de Junio de 1951(con la doble Nacionalidad, como mi Hijo y mi Nieta), en el día de la fecha, mientras pedaleaba en la bicicleta fija en mi ejercicio físico mañanero [viendo programas de la TV seleccionados], me vinieron a la mente, mis años de pastor del rebaño de ovejas de la Familia, en las fechas ya indicadas más arriba, de cuyas andanzas pastoriles, voy a sintetizar un repaso:

01)-CONSIDERACIONES DEL OFICIO DE PASTOR POR LAS TIERRAS DE ALISTE:

01-01)- El oficio de pastor por Aliste, con sus ovejas, corderos, vacíos, borregos y carneros, marones/con o sin trapa, machorras y modorras; nada (o  poco) tiene que ver con la magnificencia, orden, y cuidados de los rebaños bíblicos simbólicos bajo el cayado y las órdenes / enseñanzas espirituales y amorosas impartidas por Jesús, el Buen Pastor y sus Corderos (y Corderas), que eran la mar de atentos, obedientes y ordenados, cumpliendo las recomendaciones del Señor Pastor ¡Todo una armonía y encanto sublime del Pastor y sus Corderos /as…!  De manera, que aquellos Rebaños Bíblicos, no eran de ovejas  ni pastores de Aliste, y el Buen Pastor anduvo por lejanas Tierras cuando Aliste no era geografía conocida ¡¡¡ Ese Pastor y su Rebaño, fueron únicos…!!! Por lo menos desde el punto de vista de la “cultura emocional”, con prevalencia absoluta sobre la “lógica racional”, que por lógica, carece de ficciones seductoras.

Los rebaños de Aliste, más allá de ser animales muy utilitarios: Leche, corderos, lana, pieles, quesos, recrías de corderas , corderos, vacíos, borregos y carneros; lo eran también para abonar las tierras de labranza de la Zona, un poco con los excrementos residuales de la comida vegetal (denominadas en Aliste caganetas), pero especialmente, por los orines (ricos en urea, fósforo y nitrógeno de naturaleza orgánica), que cada noche en las tierras de turno, a través de los chiqueros (conjunto de cañizas móviles  y livianas de tablas de madera estrechas y separadas, incrustadas en sus cepos de base), que se iban moviendo cada noche de lugar, dentro de los confines de las tierras elegidas,  hasta abonar el total de la superficie de turno, de Marzo a Octubre de cada año, que son los meses normales(o eran) que las ovejas dormían a campo abierto / intemperie.

En los inviernos, en los portales / establos cerrados, también con paja molida y sus excrementos y orines, iban formando estiércoles orgánicos con muchas propiedades para las tierras de los cereales a sembrar en Octubre de cada año (en el Norte): “Trigo, centeno, algarrobas, cebada y otros. También en marzo / abril  para la siembra de garbanzos, almortas, patatas tempranas y tardías, etcétera, para las huertas, con riego, o cortinas de secano,  destinadas a las verduras diversas y las varias hortalizas de la Comarca, donde las patatas / papas se llevaban las palmas”. Pues en Aliste se decía, sobre el comer habitual de cada día: ”Por la mañana patatas, al mediodía patatolas; y, a la noche, patatas solas”.

NOTA: Y pensar que en Europa se conocieron [las patatas] recién avanzado el S.XVI, llevadas por los expedición de Pedro Cieza de León en 1560, que por un tiempo fueron plantas de adorno (en  los Andes peruanos y el imperio Inca se cultivaban pata la alimentación desde unos ocho mil años atrás). Siendo el principal divulgador, de la patata, como sustituta y/o complemento del pan, el francés Antoine Permentier (1737-1813), en especial en purés, con mantequillas.


De manera que útiles los rebaños de ovejas, sí eran; pero desordenadas, caprichosas, cabezas duras, desobedientes, caminadoras y tozudas, también. De ahí, que era conveniente tener un perro (pero eran pocos los que lo tenían, y en mis años menos, habida cuenta que los perros comían pan, y el mismo era escaso para los pastores mismos, así que fui pastor sin perro) para que las mismas mantuvieran el formato de rebaño relativamente compacto, tanto en las pasturas cuanto en los recorridos de tránsito de un lugar a otro. Y, cada rebaño, tenía un promedio en Tolilla de mis años,  de unas 80 a 120 cabezas en absoluta mayoría de hembras, pues los machos, desde corderos a carneros, tenían destinos de venta, para obtener parte de los recursos dinerarios, para los elementos básicos de vestuario y enseres varios, con procesos industriales elaborados más allá de la Comarca. Los corderos de pequeños si eran adorables, a la vista y en sus comportamientos infantiles; pero a pocos meses vista, ya estaban insertos en el costumbrismo tradicional, de desobediencias y, tentaciones.

Una cosa es ver de afuera, y otra diferente el cuidar el rebaño, todos los días, de día y de noche en el chiquero, con el temor del lobo incluido. En Tolilla había dos alimentos que a las ovejas las enloquecía en forma imparable: Uno los cereales verdes en crecimiento por Marzo/Abril de cada año. El otro, que las sacaba de quicio, las corridas a las bellotas de las encinas allá por los meses de Octubre / Noviembre. Y en el Tolilla tradicional, su territorio comunitario y particular, era muy apto para las encinas y los encinares; si bien las añejas de gran porte, iban desapareciendo por la demanda de sus maderas y sus leñas, de alto valor calórico y de gran rendimiento en la lumbre de las cocinas, en las que se soportaban los crudos inviernos, donde la Cocina era la sala de estar, cocinar, hablar, rezar, decidir, comunicar, reprender, murmurar, hilar, cardar, tejer y comer de cada Familia en su totalidad, en especial en las cenas invernales, tiempo donde los pastores también dormían en la casa.

Las Encinas más famosas del Pueblo, eran las que estaban en la pradera del Campo, la pradera estrella comunitaria de Tolilla, que eran dos, denominados los CARRASCONES; aunque ya desde años ha, sólo queda uno [el más joven].El otro, el más añoso de los dos, con un tronco que triplicaba el del más joven, pero ahuecado por los años (incluidas sus gruesas y principales ramas), era refugio de muchos animalitos pequeños, y donde todos los años anidaban algunas lechuzas y búho (s); y a veces también, algún pájaro carpintero, que tenía agujeros fáciles y seguros para su nido.

El oficio de pastor / pastora, era un intermedio entre las edades de los 12 a 16-18 años, cuando dejaban de ser niños y todavía no eran mayores para todas las tareas generales. Inclusive en muchos casos, ya en la edad de los abuelos, cuando los mismos  estaban de baja en las tareas cotidianas  requeridas por las labranzas de la Zona. En casi todos los casos, los pastores eran de la misma familia, que se iban alternando por esas edades intermedias de la adolescencia; en general, las mujeres, podrían superar esos años, dado que por naturaleza, los varones son más forzudos para las tareas de la agricultura en general. Pero en todo caso, el oficio de pastor era cansador, complicado, aburrido y de mala fama cultural, dado que el pastor, en el caso de los mayores de edad  sostenida (no abuelos), era “sinónimo de los más tontos” [los que tenían alguna minusvalía elemental, o poco aptos para las tareas generales requeridas en las labranzas y sus servicios integrales].

Yo, siempre temí al oficio de pastor, al que llegué por necesidad; fui un mal pastor (sin vocación de serlo), habiéndome tocado [por añadidura] años de sequía “in crescendo”:1943-1944 y un 1945 de sequía monumental, donde casi se cegaron todos los manantiales; con el añadido, que en 1944, los rebaños vinieron afectados por la viruela de las Sierras de Sanabria (de fines de junio a fines de julio), con mucha mortandad. Pero casi seguro, que  esos años de pastor / estudiante ó estudiante / pastor, hayan sido de los más decisivos en mi Vida, como luego explicaré.

01-02)-En la Familia bilateral, la línea de pastoreo venía de la Familia de mi Padre (Pablo) y de la de mi Madre (Balbina). En ambos casos hay una parte de pastoreos que tengo memorizada de oídas (no la conocí) relatada por mis Padres (en especial mi Madre, que era la “gran enciclopedia de la memoria  de las familias y más allá”):

01-02-01)- El rebaño de ovejas de la Familia Paterna, arrancó con la hermana mayor de mi Padre, la tía Lorenza, de 1898 / 99 a  1905 / 06; luego la otra hermana Gabriela (la madre del primo Domingo CASAS) de 1906 / 07 a  1915 / 16 ; después mi padre Pablo, de 1916 / 17 a  1919 / 20; 1921 a 1923 un pastor contratado, creo que de Lober;  y de 1924 a 1928/29  fue pastora la prima Felisa (la hija de la tía Lorenza) emigrada a la Argentina en 1930. Luego pastoreo el rebaño el abuelo Francisco (el padre de mi Padre) hasta el 1932, que murió. Se vendieron las ovejas, y algunas remanentes pasaron al rebaño del abuelo Simón, el padre de mi Madre.

01-02-02)-El rebaño de las ovejas del abuelo Simón, la Familia Materna, creo que arrancó con la tía Juliana (fallecida antes de nacer yo, casada con el tío Simón Casas, viudo de la tía paterna Gabriela ), la hermana mayor de mi Madre, allá por 1914 a 1918; luego mi Madre de 1919 a 1923; después la tía Victorina de  1923 a 1926; a continuación el tío Ángel de 1927 a 1929; le siguió el tío Teodoro de 1930 a 1936; en 1937 tomó el relevo el  tío Agustino, hasta Febrero / Marzo de 1943 (que fue convocado al servicio militar). Ahí se deshizo el rebaño del Abuelo Simón, y se rehízo de nuevo el rebaño nuestro, con parte de las ovejas del abuelo, más las nuestras, más las de la tía Victorina / Aquilino (casados en Marzo de 1940), siendo el Pastor de turno un tal  SIMÓN, el suscripto (es decir: Yo). Que no lo deseaba ni mucho menos, pero las circunstancias, los momentos, y las necesidades de la lucha por la Vida ¡Mandan! Fui un (mal) Pastor del rebaño de ovejas de la Familia, sin ¡Vocación de serlo…! Pero…

Yo ante la evidencia cercana, ya me había confeccionado una caja de madera liviana, para poner dentro de ella los Libros, pues mi vocación de leer y estudiar se había potenciado ante la inevitable realidad pastoril: Empecé con un tratado de Contabilidad y cálculo financiero; el Curso de Contabilidad de las Tres CCC por correspondencia; y un Manual para dar los exámenes para auxiliar de Hacienda, más todo el resto de las Enciclopedias especiales de autodidacta y demás. De manera que con mi caja de madera colgada del brazo, en el Oficio de Estudiante (bastante bueno) / Pastor de ovejas (bastante malo), fueron tiempos de formación del pilar básico de mis lecturas y estudios (añadidos a los muy buenos conocimientos en la Escuela de Tolilla, con los excelentes Maestros que pasaron por ella: Don Antonio González, natural de Grisuela de Aliste; Don Maximino, natural de Jambrina del Vino (Zamora);Don Jerónimo Jambrina Calzada, natural de Pontejos del Vino (Zamora) ; ( dejo en olvido a la Maestra Doña Ramona del 1937 al 1939, una maestra sin título final, ni capacidad alguna pedagógica y enchufada) . Y como pastor de hecho,  al abrigo de los jarales en invierno, y a la sombra de las encinas / robles en primavera y verano, unas veces por la llamada Hoja de Arriba: Los años impares. Otras por la Hoja de Abajo: Los años pares. Donde los ganados de ovejas pastaban, a campo abierto, privado y comunitario, en los rastrojos de las siegas desde septiembre hasta el septiembre del año siguiente, cuando en octubre de cada año se producía la siembra, en alternancia anual.
De aquí para allá, y de allá para el otro lado, con soles, sombras, aguas de fuentes y manantiales diversos; vientos, lluvias, calores, fríos; pisando flores en primavera, y hojarascas en otoño e invierno; muchas veces heladas  las pasturas, lluvias y algunas nieves; con las capas alistanas de abrigo secas o mojadas y los aires bien puros. Y de tanto en tanto, el silbido de los vientos finos de los meses invernales, en especial febrero / marzo, de la parte Noreste con sabor a las estepas rusas, que curtían la piel, para hacerla más resistente. Pues eran años donde, los recursos económicos eran muy escasos, la comida muy medida, y los calzados (básicamente las cholas herradas, con base de madera) y las ropas se gastaban hasta el final, con muchas reparaciones con remiendos y alargues por el crecimiento de los usuarios, que aun siendo de la misma tela original (no era lo común), los matices de colores diferentes estaban a la vista (1) ; pero las necesidades de la vida en tales tiempos, eran las que dictaban las exigencias, a las que sí, o sí, había que adaptarse ¡ Para no sucumbir…!

(1).NOTA ESPECIAL A LA PARTE FINAL DEL PÁRRAFO ANTERIOR: En el año 1939, nuestro Padre, ya condenado a 8 años y meses de prisión por Alcalde de la República, ya era el Encargado de la cocina de la Cárcel de Zamora, nombrado por el Director de la misma. Y por tales tareas, recibía una pequeña retribución mensual, que la invertía en comprarnos a nosotros, algún libro, y en una oportunidad hizo comprar al matrimonio del primo de él, Tomás y Gloria, en tránsito por España dos prendas  de vestuario  denominadas monos (enteros en Argentina), de color verde oscuro tipo militar; uno para mi hermano Paco (1931-2006), de 7 años ; y, otro para mí(1928) 11 años; que para ambos era el traje de gala. Es natural, que al año, habíamos crecido, y como no había reposición posible, nuestra Madre le alargó las piernas a ambos con un género lo más parecido posible, pero como injerto, se notaba con facilidad. Pues bien, para los dos, ese era el traje de fiesta, hasta el año 1941 inclusive. Yo todavía lo usé como tal, en al Casamiento de nuestro primo hermano Domingo Casas, con la parienta de Flores de Aliste Agustina SALVADOR ÁLVAREZ, celebrado en Flores el  15 - 16 ó 16-17 de Septiembre de 1940, ya que yo asistí invitado en representación de n/ Padre como hijo mayor.Y todas estas cosas, en aquellos tiempos, no son imaginación, fueron auténticas realidades, que las nuevas generaciones ¡ Nunca entenderán…!

02)-LOS LUGARES DE PASTOREO DE TOLILLA, SUS RECORRIDOS, Y VISUALIZACIÓN DE PARTE DE LA COMARCA DE ALISTE.

En el caso de Tolilla, la llamada Hoja de Arriba, era teóricamente, en sentido longitudinal la Raya con el pueblo vecino de Mellanes por el Oeste;  cabeceras en el Sur, con parte de la Raya de Lober;  y,  por el Norte, con parte de las Rayas con Rabanales. La Hoja de Abajo, por el lado Este, con la Raya de Flores; por el Sur, con el resto de la de Lober; por el Norte, con parte de Rabanales y Fradellos.

En el orden interno, conforme el territorio longitudinal, en una línea de Sur a Norte: El Camino de Rodera de Lober a Tolilla por el Cementerio de la Corredera hasta la Punta de Abajo del Pueblo; Camino de Rodera a Rabanales, por al llamado Arroyo de Valdesanabria, Cantos Blancos y la entrada al término de Rabanales por Val de la Marra.

NOTA: Estoy hablando de mis tiempos en Tolilla, hasta 1950 sin carreteras (llegó alguna secundaria por los 90 del XX), ni luz eléctrica (llegó a mediados de los 60 del XX).


De manera que las Hojas de Tolilla de Aliste se conformaban en sus territorios, más o  menos con sus denominaciones zonales [a grandes detalles], de esta manera:
Hoja de Arriba, de Sur Suroeste, del lado de Mellanes de Aliste: “Las Perinquinas; el Campetón; Encima y Debajo el Camino; el Sierro las Corzas; el Ramajal;Tierras del Ramajal; la Punta Arriba el Campo; el Escobal; la Majadica; la Ladera; los Pradicos y el Ñal la Cigüeña; toda la Pradera del Campo y sus Portillas, incluidas las Eras; el Cotorro de la Fuente entre la Corredera y el Camino a Ceadea; la Pradera de las Fontaninas y sus fuentes, que la poza regaba la huerta del tío Benito Martín; la Pradera de Ferradales y su fuente, que regaba el prado del tío Vicente Cruz; el Cotorro de las Cortinonas; la Vasca; la Solana la Cumbre; la Cumbre y el Arroyo de los Corredíos; la Ribera de Arriba, desde la Raya con Mellanes (el Molino Tubal) y el pueblo de Tolilla en la parte de abajo (Calzada de Abajo); la Solana de los Ferreros / Valdecarbayo; la Cumbres de los Ferreros;el Arroyo de los Corredíos; el Monte del Cotorrón; la pradera y el Arroyo de Valdesanabria; la pradera de los Cantos Blancos,etc.”

Hoja de Abajo, de Norte a Noreste, del lado de Flores de Aliste: “Las tierras de Cantos Blancos, con sus cerros del monte el Marqués y el Carqueisal, con todo el lomo del Sierro del Castro hasta la Corona del Castro; la Solana del Sierro del Castro, con las Llameras y la zona de la Güera / Huera, más el recorrido del Arroyo de Valdesanabria; las Cumbres del Sierro el Castro, con las zonas de Majada el Camino; Urrieta el Agua; Urrieta los chiqueros; Tras del Castró; el Monte del Castro con su Carrilón; la Pradera de Pie la Mula; el Arroyo del Carrascal; los Carrapitales; el monte El Carrascal con su pradera de los Campetes, hasta el Río en la zona de Vegamolino, con la Peña y zona del Molino los Corderos y el Monte que daba a la Ermita, Raya con Lober al Sur; las Tierras del Carrascal del otro lado  y el Monte de las Jaras, con su prados y la cañada..

Desde el alto del Carqueisal / Carquejal (por la abundancia de las carquejas), se tenía la mejor panorámica de Aliste, desde la Zona de Riofrío, por todo el contrafuerte de las Sierras de la Culebra: Bercianos,Palazuelo, San Vicente,Sarracín, Cabañas, Las Torres,Mahide, hasta Flechas algunos días, donde de tanto se apreciaban los pasos del tren, con sus humos y silbidos (más retardados), en maniobras y cargas / descargas en el Ferrocarril en construcción de Zamora a Orense (inaugurado años después de mi emigración) .Y era el único lugar, desde donde se avistaba Ceadea, por el callejón que dejaba el alto cerro de Mellanes que venía del lado la Majadona de Rabanales, que interrumpía el Río Mena, y que del otro lado, del de la Peñona [todavía más alto] tapaba a Mellanes, que apenas se podía ver algo de la barranca de abajo del Pueblo, que daba al Río que venía de Arcillera y fluía al Mena, con la confluencia del Arroyo que venía de la Sierra (el de la Fuente de Mellanes con chariz, que pasaba por la puerta de la tía Ignacia, la Madre de mi amigo Domingo Rivas y, lateralizaba la Casa del señor Nicolás Matellán y Familia, y era (el Arroyo) el gran proveedor de cangrejos al Río Mena), donde los tres se juntaban y los absorbía el Mena, camino de la Ribera de Tolilla.

El caso curioso, que de los pueblos colindantes con el término de Tolilla: Mellanes, Rabanales, Fradellos, Flores y Lober, desde cualquier punto alto que se oteara, sólo se veía el pueblo de Lober de Aliste, tanto desde el alto del Escobal / La Majadica (el más cercano a Lober), cuanto desde la Corona del Castro, más distante, pero se veía todo el caserío urbano total y su contorno, que el de la cercanía no definía, al ver sólo  un costado del mismo.

Y para redondear la nota, decir, que entre pastoras / pastores de Tolilla con sus iguales de los pueblos vecinos, los vínculos más numerosos y persistentes eran de lejos con los de Mellanes (casi todas pastoras). Y no tanto por que fuera la Raya más extendida [que también], aunque la misma a ambos lados tenía hileras de prados, del Río Mena hasta la Marra de Mellanes/Rabanales/Tolilla, casi total; y del Río hacía el lado de las Perinquinas / camino de rodera a Ceadea, alrededor de la mitad. Eso sí, en este último tramo, había una cañada de paso carretero [entre prados], que era el camino de Lober hacia Mellanes, cruzando por el Sierro las Corzas / Ramajal / y la Ladera de Tolilla.

Hay que añadir, que los Pueblo colindantes, coincidían en sus sembrados y en sus rastrojos abiertos al pastoreo, tanto los privados como los públicos. De manera que cuando Tolilla sembraba la Hoja del Oeste, Mellanes sembraba la del Este; y cuando Tolilla, sembraba la Hoja del Este, Flores lo hacía por su Oeste. Con Lober, también había coincidencias de sembrados / rastrojos; de la misma manera que con el reducido espacio común con Fradellos. Con Rabanales, toda la Raya común [en mis años] eran praderas. En definitiva, que los Sembrados y Rastrojos de raya común, de los pueblos colindantes, eran coincidentes. Para de esta manera evitar que los sembrados de uno, coincidieran con los pastoreos del otro, a cielo abierto; que aparte de los enormes cuidados de los ganados, siempre habría descuidos que ocasionarían problemas serios entre los Pueblos.

En el caso de los pastores / pastoras de Tolilla y Lober, casi el único lugar de pastoreo y charlas, se reducía a la Zona del Campetón, una de las praderas importantes de Lober. Aunque del lado de Tolilla, toda la zona eran tierras  para cereales, de la Hoja de Arriba.
NOTAS: El período de fertilización natural vía marón (un macho sin castrar seleccionado), en mis años de pastor, era de mitad de Julio a mitad de Septiembre [la mayoría en Agosto], y como el período de gestación era de 5 meses promedio, los corderos nacían de diciembre a febrero de cada año, es decir en pleno invierno, lo que era todo un problema por el frío, y a pesar de estar cobijados, muchos sucumbían.

Las enfermedades básicas de las ovejas, eran por un lado los “papos”, en el núcleo de la quijada de abajo, generalmente por afecciones hepáticas graves, de haber ingerido algún caracolillo y/o bichito en los zonas húmedas. En algunos casos se curaban por sí, en otros había que sacrificarlas.

Otra de las enfermedades, era la llamada “modorra”, donde el animal se queda sólo aislado y empezaba a dar vueltas sobre sí misma, cuando tenía los ataques, de un cerebro enfermo. En todo caso había  que sacrificarlo.

Y también estaban las “machorras”, que eran las hembras estériles, que generalmente eran más gordas y activas, de manera que tenían destino de venta más) y/o alimento en la familia(menos en esos años), en alguna celebración especial, como la Fiesta.

Por la zona, había un veterinario en Ríofrío de Aliste, para las grandes pestes / zoonosis, pero  para las enfermedades circunstanciales, de algún animal de tanto en tanto, no se consultaba, pues costaba más el collar que el perro.

Los machos ovinos, por Junio de cada año eran castrados, una operación sin duda muy dolorosas, ya que era por retorcimientos / roturas de los conductos testiculares. En Tolilla, por años, el capador era el tío Francisco  Álvarez (Francisquín), casado para Gallegos del Río, hermano de mi abuelo Simón. Luego tomó la posta nuestro tío Teodoro Álvarez, el hermano de mi Madre.

Las esquilas del ganado lanar, se hacían de común en el mes de Junio de cada año, tareas manuales y a tijera. Unas tijeras especiales, dedicada a tales fines. Ahí las ovejas quedaban libres de las garrapatas y otros elementos enquistados entre piel y lana, y se solían hacer pasar por una zanja con agua rociada con el producto denominado ZOTAL, para que desaparecieran del escenario  los bichos por un determinado tiempo, en general, hasta comienzos de la primavera siguiente, donde la invasión se volvía a producir al crecer la lana. Con la esquila, venía la MELA, una marca de pez resinoso caliente, que se ponía a las ovejas en la parte alta del muslo de las patas de atrás, o en las costillas detrás de las patas de adelante, tanto la Mela como la Señal en las orejas, cada familia tenía registrada sus marcas, como señal de identificación. A los corderos/as se les cortaba el rabo cuando eran pequeños, a fin de evitar el zurrado del rabo largo lanoso, de lluvias, zarzas, jaras y brezos.

Y para el cierre final, recordar los toques de Campanas, también escuchadas por los pastores a la distancia; tanto los de la oración de cada noche, como las repicadas de los sábados o días previos a los de Fiestas, anunciándolos, pues las Campanas de las Iglesias (templos) por Aliste, era el medio de comunicación a distancia dentro del ámbito de cada Pueblo, comunicaciones que tenían su “”reglamento cultural estándar  en los Pueblos y la Comarca“”, para distinguir los distintos acontecimientos: Los  alegres y los tristes.

De tanto en tanto, en cualquiera de las horas del día, entre los toques del alba Ángelus y la  Oración, a cargo de los mayordomos de turno anual y gratuito, generalmente matrimonio; entre los  vecinos en el Pueblo y los pastores en sus tareas, se escuchaban las Campanas (nominadas así, por haber sido en la Campania, Italia, la primera fundición de campanas famosas) en este triste compás: Un toque de la campana grande (dan), u n toque de la campana chica (din) y los dos toques de las campana a la vez (dan-din mezclados). Era la Señal de la Muerte de algún Vecino del Pueblo, en muchos casos (en la mayoría), con enfermedad previa. Pero de vez en cuando, también había alguna muerte repentina e imprevista, tal como la del tío José GAGO en Marzo de 1937, en la pradera de Pie la Mula ; o la tía Catalina CASAS, fallecida en las cercanías de Valer de Aliste (donde además fue enterrada en el Cementerio de ese Pueblo), camino a Tolilla, en 1939. Su burra, fue encontrada al lado de ella en espera.

También, recuerdo bien, todos los fallecidos en Tolilla, desde 1932, con 3 años cumplidos, que murió mi abuelo paterno Francisco y mi emigración a la Argentina. Aunque caso curioso:”A pesar de ser mentira, y a sabiendas, yo al Pueblo me lo sigo imaginando con la misma gente, a la misma edad y con vida vigente, a todas las personas  del Pueblo que yo dejé en mi partida hacia Argentina, a sabiendas que ya quedan muy pocas con vida”¡¡¡Los misterios de la mente que eligen la Vida sobre la Muerte…!!!

Cordiales saludos.
Simón.
Buenos Aires, a los  06/07 días del mes de          Octubre de 2019.