miércoles, 31 de marzo de 2021

Iglesia parroquial Nuestra Sra. de la Asunción. Alcañices

Extracto del inventario de 1832

Tallas que adornaban los altares de la parroquia.

DATOS FACILITADOS POR ANDRÉS FIGUEROA QUE NOS APORTA ESTE EXTRACTO DEL CITADO INVENTARIO DE LA PARROQUIA DE 1832 .

Las fotografias son actuales. 


ALTAR MAYOR:

- El niño Dios

- La Asunción con 6 ángeles

- Nuestra Sra. de la Portería (su fiesta se celebra el 12 de septiembre en Ávila)

- San Antonio Abad.

- San Francisco de Paula. (Ahora está ubicado en el altar de los dolores)

ALTAR DEL CRISTO DE LA PIEDAD:

- Cristo de la Piedad

- La Virgen del Carmen (en 1832 era una imagen distinta a la actual que es de 1917)

ALTAR DE LA VIRGEN DEL ROSARIO:

- Virgen del Rosario

- San José (actualmente está en el altar mayor)

ALTAR DE LA VIRGEN DE LOS DOLORES:

- Virgen de los Dolores

- Nuestra Sra. de Copacabana (patrona de Bolivia)

- Santa Lucía

- San Roque

ALTAR DE SAN FRANCISCO JAVIER (hoy altar de la Virgen del Carmen)

- San Francisco Javier

- Santa Teresa de Jesús (en la actualidad está sobre el Cristo de la Piedad)







jueves, 18 de marzo de 2021

RETABLO LATERAL DE LA VIRGEN DE FÁTIMA. RIOMANZANAS.

   Ana Sánchez Calzada
Licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Salamanca
Especialista en restauración por la Facultad de Bellas Artes de Granada


  

     Situado en uno de los laterales que flanquean la iglesia de la Ascensión, en Riomanzanas, se encuentra el retablo de estilo neoclásico dedicado actualmente a la Virgen de Fátima.

   Datado a principios del siglo XIX, aproximadamente en 1829 (dato deducido por la inscripción que aparece en el retablo gemelo que se encuentra en la capilla opuesta.)

    El retablo se engloba dentro del período del primer Neoclásico, destaca la profusión de la decoración y los relieves tallados en madera de inspiración vegetal, los dorados, los marmoleados y coloridos motivos pictóricos evocadores de la arquitectura clasica y los materiales empleados en esa época. El oro ya no es el principal protagonista y queda  limitado a escasas zonas muy determinadas; molduras, volutas, cornisas, ráfagas, hojas, flores, capiteles, basas, son los principales destinatarios de esta técnica tan empleada en épocas anteriores. Es un dorado en el que se utilizan los procedimientos tradicionales para el oro bruñido sobre bol de Armenia.

    Los ejemplos conocidos mas antiguos de objetos de madera recubiertos con panes de oro fino bruñido, pertenecen a la cultura del antiguo Egipto, desde dónde pasaría a la iconografía cristiana bizantina perpetuándose en la creación de Iconos, técnica que se ha mantenido vigente hasta la actualidad, a través de los iconos rusos y griegos.

    Desde el Imperio de Oreiente pasaría a Roma, dónde continuó utilizándose con fines sagrados por la iglesia católica, que lo adoptó para la confección de los frontales en la época románica y en las grandes construcciones de los altares retableros del gótico, extendiéndose la técnica del doradopor diversas superficies como el hierro y la piedra, conquistando tambien otros espacios y ambientes, como los muebles y objetos ornamentales de uso habitual.

    A partir del S.XIX, aunque se continúa dorando, su práctica va decreciendo a pesar de que surgen algunas innovaciones técnicas que anuncian un nuevo resurgir de la profesión de dorador.

    Las normas del “buen gusto” establecen que las diferentes partes de la arquitectura del retablo se debían separar con claridad mediante tres o cuatro piedras diferentes, para conseguir un buen contraste, de esta forma se potenciaba el carácter arquitectónico de las obras y se equilibraba el conjunto. Se sustituye el oro que antes cubría todas las superfcies por imitaciones pétreas.

    El retablo, acomodada a la forma semicircular de la arquitectura que lo enmarca, está compuesto por un banco sobre él se levanta un cuerpo central, más desarrollado con decoración de columnas con capitel corintio y un ático semicircular. El retablo mide aproximadamente 3 x 4 x 1,5 metros de ancho. Totalmente construido y tallado en madera de pino, está constituido por el banco o predela, en la que se encuentra embutido el Sagrario, un cuerpo central estructurado en tres calles verticales y un ático constituido por tres plafones lisos.

    En la base del retablo se sitúa el frontal de altar, pieza muy deteriorada por el paso del tiempo. Las decoraciones que podemos encontrar en el retablo realizadas con esta técnica son motivos marmoleados muy variados y de excelente calidad, aplicados en toda la superficie del retablo.Otras decoraciones, son las técnicas de dorado al agua sobre bol de Armenia.

    Las principales alteraciones con que nos encontramos antes de proceder a la restauración se deben a muchas causas, pero la principal es el elevado grado de humedad procedente de goteras, que ha sido un factor determinante para la degradación de la cola que unía las diferentes piezas de los motivos decorativos de la arquitectura del retablo, que perdieron su adherencia, bien por la alteración de la cola que las sujetaba y que se degradó por los problemas de humedad ambiental ya descritos o bien por la oxidación y rotura de los clavos originales.La mayoría de estas piezas eran motivos decorativos que se pudieron recuperar, otras, como las molduras sin embargo, hubo que reconstruirlas de nuevo con maderas nuevas.

    En otros casos las piezas se mantenían unidas al soporte de forma precaria con el riesgo de desprendimiento. En todas ellas se procedió a su encolado con acetato de polivinilo y presión.

    Otra alteración producida por los cambios de temperatura, presencia de humedad y ataque de los insectos xilófagos fueron las grietas y separaciones del soporte; en los plafones del ático y los fondos de las falsas hornacinas, debido a los movimentos del la estructura del retablo. La madera ha sufrido tensiones que han provocado la separación de las uniones de las piezas y grietas en algun elemento estructural. 
    También existen restos de calcinación, humo y restos de cera, sobre todo en la zona del banco y los capiteles de las columnas, debido a la proximidad de los cirios colocados para el culto, que ha producido mutilaciones, desprendimientos y pérdidas de elementos.
    En lo que respecta al ataque de insectos xilófagos, su estado de conservación se puede considerar alarmante y se ha producido de forma bastante agresiva. A causa de ello, la madera ha perdido su consistencia y se encuentra en estado acorchado.

    Encontramos restos de ataques de insectos xilófagos, concretamente carcoma pequeña (anóbidos), repartida a lo largo de toda la superficie y algún ataque antiguo de lo que parece ser termita (reculitermes). Se trata de zonas donde la madera ha perdido consistencia, encontrándose en muy mal estado de conservación. 

    No se ha podido determinar con exactitud si hay signos externos de actividad actual debido a los depósitos de polvo y suciedad, pero lo mas seguro es que se trate de ataques antiguos. Las piezas mas afectadas por esta alteración son las que conforman la estructura en la parte posterior.
    En cuanto a los tratamientos realizados, alli donde se determinó la presencia de actividad de insectos xilófagos se realizó tratamiento de desinsectación, tanto curativo como preventivo, para asegurar la eliminación total de larvas y huevos. Las alteraciones producidas por los xilófagos se determinaron como Anobium punctatum o carcoma pequeña y puntualmente reculitermes lucifugus ó termita.

    La duración del ciclo vital de estos anóbidos localizados y determinados como Anobium punctatum ó carcoma pequeña, es bastante variable por estar ligado a las condiciones climáticas y las propiedades nutritivas de la madera sobre la que actúan. El periodo habitual es de uno a dos años, aunque en ciertos casos dura hasta tres y cuatro, pasados los cuales el insecto sale al exterior abandonando la madera después de haber completado su ciclo biológico.

    Como insecticida hemos utilizado un producto comercial protector de la madera frente a insectos xilófagos: hylotrupes, lyctus y termitas y hongos de pudrición blanda, de aplicación directa para tratamientos curativos y preventivos.

    Dicho tratamiento se realizó sobre todo por la parte trasera del retablo, empapando bien la madera con pulverizador.

   Posteriormente se cerro con plástico el vano que comunica la parte anterior con la posterior para contener los vapores.

    Al contrario que el oro, la capa de policromía apenas tenia levantamientos y pérdidas. Sin embargo, si presentaba una capa gruesa de suciedad oscura y oxidada que alteraba completamente su aspecto estético, impidiendo apreciar el colorido de los motivos ornamentales.

    La suciedad, el polvo y los excrementos se han depositado a lo largo del tiempo, convirtiéndose en una gruesa costra dura e higroscópica que daña considerablemente la superficie de los dorados y policromías La suciedad, constituida por polvo, humo y manchas de cera que se acumulan sobre la superficie, modifican el aspecto del retablo y constituyen focos de alteraciones químicas y biológicas. Se debe minar siempre, además de mantener las obras en condiciones óptimas de limpieza, como prevención de posibles degradaciones.


    En las partes dónde se observan daños producidos por los xilófagos, se realiza tratamiento de consolidación en las zonas dónde la madera ha perdido la consistencia y resistencia mecánica y se encuentra en estado semi-acorchado debido al ataque de estos microorganismos (xilófagos).

    Para ello se emplearon los consolidantes aplicados en diferentes concentraciones con disolventes de diferentes velocidades de evaporación para que la madera recupere la densidad perdida.

    A la hora de reponer las piezas de la madera del soporte fué necesario establecer un criterio de intervención puesto que en un retablo de dimensiones tan reducidas se hace muy patente cualquier pequeña pérdida de material. Se optó por completar absolutamente todas faltas de material soporte e incluso rellenar las grietas producidas por movimentos. Se hicieron molduras con madera nueva (de pino tratado) para rellenar todas las faltas, además de la piezas que interferían en una correcta lectura de la obra.

    Las grietas se filetearon con madera de balsa que posteriormente se estucó y reintegró cromáticamente.

    El retablo se aseguró por la parte posterior con travesaños de madera nueva ya que debido al ataque de los insctos xilófagos y el agua procedente de la gotera, la estructura estaba bastante inestable y corría riesgo de caidas y derrumbes. Se colocaron travesaños nuevos sujetos con tirafondos inoxidables y siempre reversibles.
    En cuanto a la limpieza química, la elección del disolvente es muy importante, pero también su forma de aplicación. Hay que encontrar disolventes que tengan la capacidad de transformar sustancias sólidas en una solución o bien que las reblandezcan y puedan ser removidas y eliminadas. Para este proceso se realizaron las pertinentes pruebas con distintos disolventes y mezclas.

    Se realizaron pruebas de resistencia de la superficie con disolventes de diferentes parámetros de evaporación y penetración, para valorar cual es el que mejor se adapta a las características de la obra sin alterar la calidad de las policromías y dorados, y elimine la suciedad formada por acumulación de polvo y humo, adheridos a lo largo de los años.

    En muchos casos, en los que el oro se encontraba opaco se recurrió al empleo de gomas especiales para ayudar a mover la capa de suciedad una vez que se había ablandado con la mezcla empleada.

    El oro del retablo es de muy buena calidad, y se encontraba bastante mate por efecto de la humedad ambiental , el barniz oxidado y los depósitos de polvo, por lo que con la limpieza se obtuvieron resultados bastante impactantes.

    
Una vez limpia la superficie, se procedió a estucar las lagunas de policromía con un estuco sintético coloreado para facilitar la tarea de la reintegración cromática que es la última fase antes del barnizado. Esta última fase no siempre es necesaria para la conservación del objeto, y generalmente se trata de una intervención de tipo estético. Se han empleado diferentes criterios a la hora de realizar la reintegración. Se emplean las técnicas de reintegración necesarias en cada laguna: tinta neutra, rigatino, trattegio, puntillismo, con el fin de completar la óptima lectura de las lagunas dentro del conjunto artístico.
    Para finalizar se aplicaron dos manos de protección. Se aplicó un barniz mate, que aporta una capa protectora transparente, resistente al agua, que no amarillea con el tiempo y fácilmente reversible con el empleo de disolventes.







lunes, 8 de marzo de 2021

RESTAURACIÓN RETABLO DEL CRISTO DEL PERDÓN.GALLEGOS DEL CAMPO.

  Ana Sánchez Calzada
Licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Salamanca
Especialista en restauración por la Facultad de Bellas Artes de Granada

   

     El retablo del Cristo del Perdón está situado en la capilla lateral derecha de la Iglesia Parroquial de Gallegos del Campo (Zamora), fué construida en 1906 con materiales aprovechados de la ermita situada en el mismo pueblo y, de la iglesia que se encontraba junto al cementerio, en el monte de San Jorge, a cuatrocientos metros del pueblo aproximadamente.

     El retablo, totalmente construido y tallado en madera, está incompleto, ya que le falta el tablero de la hornacina central y el ático está dispuesto de manera gravitatoria sobre el resto del conjunto. Ha sido sometido a diferentes modificaciones estructurales, cambios de temperatura y condiciones ambientales además de transportes, ya que fue trasladado desde la capilla hasta la nueva iglesia de Gallegos. Está constituido por el banco o predela, un cuerpo central y ático, estructurados en una única calle vertical. Se fabricó en madera de pino rojo tallada, cubierta con dorados y policromías:

        -El oro está aplicado con la técnica de “dorado al agua”, que consiste en la colocación de pequeñas láminas de pan de oro fino asentadas sobre bol de Armenia rojo. El oro una vez colocado se deja reposar unos minutos antes de ser bruñido con el fin de lustrarlo y hacerlo mas resistente.

        -En cuanto a la decoración de las policromías, se trata de “marmoleados”,se aplicaron en zonas lisas, y se aprecian perfectamente en el frontal de altar y el banco.

     Las policromías del retablo están realizadas aparentemente con temple, un procedimiento pictórico que utiliza el agua como vehículo mas importante para disolver el aglutinante y para diluirlo. Las principales materias aglutinantes con las cuales se puede producir un temple son las colas animales, las colas vegetales, las gomas, la caseína, la dextrina, la leche, el huevo, la cera y el jabón, por eso siempre ha de llevar el calificativo "temple al huevo", "temple a la cola" etc.. El temple tiene, en general, aspecto mate, que se puede modificar con los barnices y recubrimientos. La pintura al temple se altera mucho menos que el óleo, ya que no sufre alteración de los aceites, y el empleo de temple al huevo, por ejemplo, ha permitido conservar siempre un colorido mas brillante, alterado en muchas ocasiones por las capas de recubrimientos, en este caso de goma-laca que da un ligero brillo y tono marrón al conjunto.

      -Sin embargo para los relieves del banco, se empleó el ”estofado” , que consiste en la aplicación de policromía con la técnica de óleo o temple sobre el pan de oro, y antes de que se endurezca se realizan dibujos con un punzón con el fin de que aparezca el oro de la capa inferior como decoración entre la policromía.

   Las principales alteraciones que nos encontramos fueron restos puntuales de ataques de insectos xilófagos, concretamente carcoma pequeña( anóbidos ), repartidos a lo largo de toda la superficie. Hay zonas en las que este ataque ha afectado a la estructura de la madera.
   Debido a el elevado grado de humedad ambiental que tiene esta capilla, ya que se filtra agua desde la capa freática, se forman charcos en invierno, lo que produce ligeros alabeos en algunas tablas y el movimiento de la madera de varias piezas, pero aparentemente son imperceptibles y no afectan a la estructura.

   En el caso del frontal de altar, este si se encuentra en peor estado de conservación, ya que tiene numerosas pérdidas de policromía en la parte inferior, debidas posiblmente a la proximidad de esta zona con la humedad que asciende por capilaridad.

   Las columnas fueron repolicromadas de nuevo, se cubrieron con una tela de estopa y se rellenaron los huecos de las estrías con una especie de cemento blanco que a continuación se estucó y policromó con una policromía a modo de marmoleado de escasa calidad artística. Originariamente las columnas eran estriadas y policromadas ya que se han encontrado restos muy escasos de policromía subyacente.


   Los procesos de restauración comenzaron con la limpieza mecánica de cera, excrementos de insectos y murciélagos, cemento y restos de cal con un bisturí (aunque el agua hubiera eliminado todos estos restos, es un método agresivo para el oro, por tanto no se debe emplear).

   En el caso de la cera, se empleó una pistola de aire caliente, com mucha precaución para que no se calentara el oro y produjese ampollas. La finalidad era que las gotas de cera acumuladas se licuaran completamente ,y de este modo facilitar la eliminación de los restos con un hisopo impregnado en esencia de trementina.

   Una vez eliminados los restos de la superficie, se procedió a la limpieza química que consiste en empapar los hisopos de algodón con tensoactivo y a continuación se retiran los restos con algodones empapados en alcohol etílico. Hay que procurar no insistir demasiado sobre una misma superficie, ya que se puede dañar el oro con el exceso de humedad al ablandarse la capa de preparación.

   Una vez limpia la policromía y el oro se procedió al estucado de las lagunas con estuco sintético.Una vez enrasado se reintegra cromáticamente con pinturas reversibles de buena calidad.

   Cuando las lagunas son de dimensiones considerables y que están suficientemente documentadas se procedió a la aplicación de tintas neutras que se cubrieron con técnica de “rigatino”, con el objeto de disminuir su peso óptico en el conjunto.

   En las lagunas en el oro se decidió realizar la reintegración de todas las lagunas con “rigatino”. Se aplicó una base de imitación del color bol, realizando posteriormente las “rayas” en color dorado. Como material para reintegrar el bol se empleó gouache, para el oro mica oro claro, del tono más aproximado al original, aglutinada con goma arábiga disuelta en agua. Es importante utilizar materiales de buena calidad cuyos componentes aseguren una estabilidad y permanencia a lo largo del tiempo, sin olvidarnos por supuesto de la reversibilidad.
   En las columnas se dejó el material soporte madera a la vista, alternando con la capa de policromía reciente. La finalidad al optar por este criterio es dejar constancia de la forma original estriada de los fustes.

IMÁGENES COMPARATIVAS
Imágenes de fragmentos del retablo en su estado de conservación inicial y posteriormente, una vez concluidas las tareas de restauración.


   Fotografía final tras la ejecución de los trabajos de restauración despues de eliminar el repinte de pintura al temple que cubría todo el casetón del banco





















RESTAURACIÓN DEL CRISTO DEL PERDÓN, GALLEGOS DEL CAMPO

Ana Sánchez Calzada
Licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Salamanca
Especialista en restauración por la Facultad de Bellas Artes de Granada




  Se trata de una pieza singular, tanto la talla de madera como la policromía que la recubre, en este caso denominada encarnadura.

  Talla en madera de nogal que representa a Cristo en su advocación de Cristo crucificado, está situado en un retablo de S.XVII con ático añadido en el S.XVIII, al que evidentemente no pertenece por desfase cronológico.

  Está tallada en madera de nogal, para evitar agrietamientos en la madera se procedió a su ahuecado, las dos oquedades coinciden con la parte del torax y parte del pañ o de pureza .

  El nogal es una madera que se empleó con frecuencia para las esculturas de los crucificados entre los imagineros de los siglos XIII y XIV, mientras en otros lugares se empleaba el álamo y el tilo. La cruz está realizada en madera de pino rojo.

 Está policromada con pintura al óleo, que es la técnica pictórica realizada con colores o pigmentos molidos dispersos en un aceite secante, generalmente de linaza, nueces o adormideras, aplicado sobre una base estuco, a veces coloreada con pigmentos color tierra, que constituye la capa de preparación.

 En las juntas de unión se ha empleado tela de lienzo para cubrir las uniones de la madera, siendo estucada y policromada posteriormente. También se emplea tela de lienzo para igualar la superficie del manto de pureza, realizado con trozos de madera y estucos.

 El término preparación engloba todas las capas intermedias entre el soporte(madera) y la capa pictórica (encarnadura). Tiene la función de unificar el aspecto de la superficie, y facilitar la adhesión de la pintura al soporte, además de conseguir el fondo cromático adecuado para los efectos perseguidos por el artista (en este caso la preparación es blanca), también reduce los efectos del movimiento del soporte sobre la capa pictórica. La preparación está compuesta de una carga y un aglutinante. A veces también tiene sentido estético, sobre todo cuando se colorea intencionadamente, buscando efectos en la pintura, como por ejemplo las preparaciones rojas utilizadas en el S.XVII , o las grises, rojas, blancas o mixtas del XVIII.

 Como sucede con muchos crucificados dolorosos es muy difícil establecer su procedencia o el origen del autor que los realizó . Aparece datado en el siglo XIV en el inventario diocesano, tiene unas medidas aproximadas de 2,20 cmx 1,60 cm.

 Se trata de una pieza semi-maciza con preparación magra blanca sobre la que se aplica una policromía de base oleosa cubierta por polvo, suciedad de naturaleza grasa y una repolicromía.


Esta tipología corresponde a varios Cristos crucificados de la época, con las mismas características estilísticas, técnicas y formales, que están repartidos por la geografía de la Península.



Vientre hinchado, el paño anudado en la cadera derecha, las costillas marcadas y la cabeza ladeada hacia la derecha



 Estado de conservación inicial del Cristo del Perdón, antes de comenzar las tareas de restauración. Aquí se observa colocado en su emplazamiento, un retablo realizado a partir de fragmentos de otros retablos que se encuentra en muy mal estado de conservación.El cuerpo se desplaza ligeramente hacia la derecha, las piernas se adelantan en pronunciada flexió n, sin llegar a la forzada posició n con las rodillas casi a la misma altura.


Una de las principales causas de deterioro de la talla es el ataque de insectos xilófagos, es un mal puntual en el estado de conservación de la obra y causa que ha dado lugar a muchas otras alteraciones. Se observaron signos externos de actividad determinados por la presencia de serrín-polvo en la superficie. Fue necesario efectuar un tratamiento de curación-prevención para salvar la pieza, incluso evitar contagios al resto de las obras de la iglesia. En algún caso puntual, la madera a penas tiene estructura y se ha convertido en materia muerta, de aspecto acorchado y pulverulento.



Se determinaron dos tipos de xilófagos coleópteros :

-Carcoma pequeña ó "anobium punctatum" de 2.5 a 4.5 mm de longitud aproximadamente. Su cuerpo es cilíndrico de color marrón y la cabeza generalmente oculta bajo un corselete.Los adultos salen de la madera entre mayo y agosto a través de pequeños y numerosos orificios cilíndricos u ovales, de entre 1 y 2mm de diámetro. Las hembras , una vez apareadas, ponen sus huevos en las fisuras de la madera y sus larvas, de 4 a 6mm de longitud, practican galerías en la dirección de la fibra, dejando en ellas un serrín granuloso y basto que facilita el reconocimiento de sus daños.

-Escarabajo del poste ó "lyctus brunneus".Forman orificios ovales de 1 a 6mm.distribuidos en menor cuantía por la superficie de la madera que en los anóbidos, ya que para la reproducción no necesitan salir al exterior. El polvo que producen las larvas es de una naturaleza fina y muy característica. Su difícil detectación en el interior hace que esta plaga sea extremadamente peligrosa, llegando a destruir la madera antes de que los insectos salgan al exterior de una manera visible.

 

A continuación se muestran las principales causas de deterioro por las cuales ha sido necesario intervenir la pieza para evitar nuevas alteraciones

 

Hueco realizado por roedoes que estuvieron viviendo en el interior de la talla, causando el desprendimiento de la tela de estopa que hace de refuerzo en la unión de la talla con la cruz.


Restos de objetos introducidos por los roedores en el interior de la talla para fabricar la cama


    

 

Detalle de las lagunas y levantamientos con pérdida de preparación y policromía

En cuanto a los levantamientos y pérdidas de material original (policromía y preparación), son numerosos, habiendo lagunas de tamaño considerable, estimándose las pérdidas aproximadamente en un 15 % del conjunto.

La suciedad y el polvo se han acumulado a lo largo del tiempo, convirtiéndose en una costra dura e higroscópica que daña considerablemente la policromía. Se trata de una costra grasa formada por la acumulación de depósitos unidos a la grasa procedente de las lámparas de aceite y los cirios colocados para el culto, que además favorece el ataque de los microorganismos y no deja ver la intensidad de las policromías.


El primer tratamiento realizado fue la desinsectación, empleando para ello insecticidas comerciales aplicados en intervalos de 7 días.

Posteriormente se efectuó la limpieza química de la superficie pictórica con tensoactivos disueltos en agua destilada, empleando hisopos de algodón.



Una vez que se eliminó la suciedad de la superficie y estuvo al descubierto por completo la capa original, se estucaron con estuco sintético las zonas en las que se había perdido la policromía para despues reintegrar únicamente la superficie de estuco.


Las reintegraciones cromáticas se realizaron con pinturas de gouache que emplean como medio disolvente el agua y medio aglutinante la goma arábiga. Estas reintegraciones se realizan con pinturas reversibles que puedan ser eliminadas posteriormente con facilidad.

Para la reintegración cromática se emplea la técnica de “rigatino”, que consiste en hacer rayas vericales muy finas sobre la superficie nueva, para que se distingan las partes restaurads de la zona original. El objetivo de esta técnica de reintegración es que de lejos no se aprecien las líneas y esté todo integrado visualmente, pero al acercarnos si  se observen con facilidad, para así poder distinguir lo que está restaurado de lo que es original.



  

Finalmente se barniza toda la superficie para proteger la policromía del polvo, la suciedad y los agentes externos que la deterioran. Para esta talla se empleó un barniz final semi-mate aplicado en caliente con cera como componente principal en su composición.



Imagen final de la talla concluidas las tareas de restauración

 

La naturaleza de las pinturas originales se desconoce, puesto que no se han realizado estratigrafías para comprobarlas, pero a simple vista parecen pinturas realizadas con óleo. Son pinturas que empleaban como medio aglutinante el aceite que mezclados con los pigmentos daban lugar a unas pinturas bastante resistentes.