martes, 2 de abril de 2024

SAN JUAN DEL REBOLLAR

 SAN JUAN DEL REBOLLAR
Artículo publicado en el periódico Renacimiento nº 5 de marzo de 1992

 

Si los vecinos de S. Juan pusieron nueva campana, por iniciativa del grupo de jóvenes de 8ª, 1º de BUP y sin escolarizar, en su iglesia, y escucha los domingos con atención para familiarizarse con el nuevo dang, dang que les acompañará ya durante largo, larguísimo tiempo...
 
Fue a finales del mes pasado, cuando los hombres y mujeres de este pueblo subieron en la tarde a la plaza de la Iglesia para ayudar en el cambio de la campana. A la caída del sol se oyó por primera vez su voz.
 
Allí, Renacimiento hizo su primera toma de contacto con los vecinos. He aquí lo que aprendimos:
 
Tiene el pueblo unos 300 habitantes, de los cuales 60 son niños hasta 14 años, lo que hace de S. Juan el pueblo con mayor porcentaje de población infantil de toda la provincia de Zamora. Hay 70 pensionistas y 25 matrimonios jóvenes.
 
Pertenece administrativamente al Ayuntamiento de S. Vitero .
 
El río atraviesa el pueblecito y lo divide en dos partes. Varias veces ocurrió que la crecida dejó incomunicadas ambas partes. La última que recuerdan la sitúan en el día de La Inmaculada, hace 13 años, que les obligó a celebrar por separado con gran disgusto por los que quedaron incomunicados de su Iglesia. Hoy recuerdan con añoranza aquellas crecidas...
 
La parte más alta del pueblo es también la más antigua, allí está situada la Iglesia de S. Juan Bautista, parroquia del pueblo. Quizás esta parte alta fuera edificada sobre un castro, pero nada nos lo indica ahora.
 
La ladera está adornada de pequeños huertos, cuadras, cercado, casitas, arboledas de

negrillos, parras por todas partes aunque en esta época del año no están brotadas.
 
El rio lo atraviesan puentecillos ya viejos pero que le dan un aspecto de “nacimiento” delicioso.
 
En S. Juan, apenas quedan piedras que hablen de su historia, aunque, hay una piedra a modo de “falo”, que, según los mayores, hasta que se en cementó la calle, se encontraba colocada enhiesta, junto al crucero en la Plaza Norte de la Iglesia.
 

Nos cuentan que hay una casa, que ellos llaman “La casa de los Moros”, en ella vivió un Virrey. De esta casa, dicen, salía el Camino Morisco. El escudo que tenía su fachada, se vendió no hace mucho tiempo. Era de piedra de cantería y tenía tres cabezas de moro enormes a los lados junto con las armas de los Mezquitas. (Ya habrán Vds. Observado, que Mezquita es el apellido más común en este pueblo y, creen, que de este Virrey les viene).
 
Entre sus leyendas, narran una que nos cautiva y que... ¿quién sabe...? es así:
 
“Hace mucho, muchísimo tiempo, unos pastores de S. Juan salieron, como acostumbraban, a apacentar sus ganados por la zona donde ahora está enclavada la Villa de Alcañices, porque allí encontraban buenos pastos. Los rebaños fueron aquejados de una extraña peste y el pueblo de S. Juan prohibió a sus pastores volver a casa hasta que su ganado sanara obligándoles a cercar la zona donde pacían las ovejas para que ninguna pudiera escapar, lo que hicieron los pastores con cañizas. Tardó la peste en desaparecer tanto tiempo que construyeron ellos chozas y cabañas trayendo a sus familias al lugar que, a partir de entonces, se llamó Alcañices, por el cerco.”
 
En el casco mismo del pueblo existían varias ermitas que ya están destruidas o convertido sus restos en pajar. Nombran la de Los Mártires, la de S. Juan Evangelista, la de S. Juan Bautista, de la que solo queda la cabecera y el arco triunfal de estilo románico tardío, y, al lado de ésta, se edificó la nave de la actual parroquia que, por su arquitectura, es típica construcción religiosa alistana del siglo XVII. Toda ella restaurada recientemente bajo la dirección de su actual Párroco D. Bernardo Medina, el cual encargó los trabajos de carpintería a carpinteros del mismo pueblo y toda la obra en general se efectuó a costa del Obispado y de los vecinos de S. Juan. Aún no está completamente terminada la restauración, pues tienen en proyecto un atrio de entrada para el que han adquirido las piedras y columnas que pertenecían al soportal de la calle Braganza de la casa de Manuel Dacosta de Alcañices.


 
Conserva una talla de madera de S. Pedro sentado, del siglo XVI-XVII, un crucificado con su retablo del XVII y un precioso cáliz renacentista de primorosa labor romana, siglo XVI.
 
FESTEJOS
 
Su fiesta patronal la celebran el día 24 de junio, conocida en todo Aliste y a la que acuden gran cantidad de jóvenes.
 
El 6 de mayo es la “bendición de panes”, antaño con romería a la Peña El Santo.
 

Celebran en enero San Antón, con famosa subasta a la puerta de la Iglesia y lo mismo el día de los “Mártires”.
 
El Martes de Carnaval, o día de Antruejo, apenas se celebra hoy pero siguen haciendo “Las torrejas”. Nos cuenta el Sr. Santos que antes él junto con Fermín, Eustasio y otros más hacían las torrejas para todos en La Casa El Moro y el baile, a la puerta de Lugérico, era muy bonito.
 
Antes celebraban el Rosario, se vestían con manteos, que ellas mismas hacían. Sembraban lino y luego lo hilaban en los hilandares. Las blusas de los trajes las bordaban ellas.
 
Las bodas se celebraban durante dos días, se hacían confituras en casa y rosca de las que daban a las mujeres un pedazo y a los hombres la rosca entera. Mataban cuantos corderos fueran necesarios y se invitaba al pueblo entero.
Otra curiosa costumbre de S. Juan de antaño era la que practicaba la “Cofradía de ánimas” que existía entonces muy arraigada: Esta Cofradía era administrada por el párroco del momento. Se reunían los cofrades en la Casa de Animas para organizar la preparación de los viñedos que poseían en Trabazos. El día de Animas se hacían cuentas y al final se rezaba se bebía del vino cosechado con gran fiesta. Los domingos a la salida de misa se vendían rebanadas de pan y lo recaudado quedaba para la Cofradía.
 
Se abastecen del agua que les viene por su propio peso de la fuente de Safino.
 
Sus calles, aunque no todas, están en buenas condiciones. La iluminación abarca todo el pueblo.
Aunque aún carecen de consultorio médico, por lo que se sienten descontentos, según nos comunican con el ayuntamiento de San Vitero al que pertenecen, un grupo nos apura para que reseñemos lo contentos que están con su médico D. Amado.
 
Existe actualmente dos carpinterías, un taller mecánico, una jamonería, cristalería,

calderero, etc... Hasta un cestero queda en S. Juan. Es S, Juan un pueblo vivo y en crecimiento. Pueden verse varias obras nuevas.
 
El carácter de su gente parece apacible y optimista. Son, como en todo Aliste, agricultores y ganaderos, aunque de pequeños rebaños. Los jóvenes se dedican en gran parte a la construcción.
 
Los vecinos parecen estar satisfechos de la vida que el pueblo ofrece.
 
Nuestra gratitud a todos los vecinos de S. Juan por su colaboración con Renacimiento y en especial a José Mezquita, Santos, Daniel Vara Garrido, Pura, Esperanza Santiago, y a todos los que acogieron nuestras preguntas con interés y ayudaron a este pequeño reportaje del pueblo.
 
Renacimiento
 
Desde la publicación de este artículo en al año 1992, muchas cosas han cambiado como era de esperar.
 

lunes, 1 de abril de 2024

𝐋𝐚𝐬 𝐦𝐚𝐭𝐫𝐚𝐜𝐚𝐬: 𝐮𝐧 𝐬𝐨𝐧𝐢𝐝𝐨 𝐮́𝐧𝐢𝐜𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐥𝐥𝐞𝐧𝐚 𝐝𝐞 𝐬𝐨𝐥𝐞𝐦𝐧𝐢𝐝𝐚𝐝 𝐥𝐚 𝐒𝐞𝐦𝐚𝐧𝐚 𝐒𝐚𝐧𝐭𝐚 𝐞𝐧 𝐀𝐥𝐢𝐬𝐭𝐞

 𝐔𝐧 𝐬𝐨𝐧𝐢𝐝𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐦𝐚𝐫𝐜𝐚 𝐥𝐚 𝐭𝐫𝐚𝐝𝐢𝐜𝐢𝐨́𝐧:

En la comarca alistana, las campanas no solo son un instrumento para marcar el paso del tiempo, sino también un símbolo de alegría. Sin embargo, durante la Semana Santa, la tradición dicta un tiempo de luto por la muerte de Jesús, lo que implica que las campanas no deben sonar.
𝐔𝐧 𝐬𝐮𝐬𝐭𝐢𝐭𝐮𝐭𝐨 𝐬𝐨𝐥𝐞𝐦𝐧𝐞:
Para reemplazar el sonido alegre de las campanas y mantener el ritmo de las procesiones, se ideó un instrumento único: la matraca. Este artilugio, de origen incierto, se compone de un cuerpo o tablero de madera al que se le unen unos martilletes móviles, de madera o metal, que golpean la madera creando un sonido seco y rítmico.
𝐔𝐧 𝐬𝐨𝐧𝐢𝐝𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐯𝐨𝐜𝐚 𝐬𝐨𝐥𝐞𝐦𝐧𝐢𝐝𝐚𝐝:
Lejos de ser alegre, el sonido de las matracas es solemne y melancólico, creando una atmósfera única en las procesiones de Semana Santa. En Alcañices, las matracas cobran especial protagonismo en la Procesión del Silencio, que se celebra el Miércoles Santo.
𝐔𝐧 𝐞𝐥𝐞𝐦𝐞𝐧𝐭𝐨 𝐞𝐬𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚𝐥 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐒𝐞𝐦𝐚𝐧𝐚 𝐒𝐚𝐧𝐭𝐚:
A lo largo de la procesión, los cofrades, vestidos de negro y con capirotes, portan las matracas y las hacen sonar al ritmo de los tambores. El sonido de las matracas, junto al silencio de las calles y la solemnidad del momento, convierten la procesión en un acto profundamente emotivo.
𝐋𝐚𝐬 𝐦𝐚𝐭𝐫𝐚𝐜𝐚𝐬: 𝐭𝐫𝐚𝐝𝐢𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐲 𝐫𝐞𝐥𝐢𝐠𝐢𝐨𝐬𝐢𝐝𝐚𝐝:
Las matracas son un elemento esencial de la Semana Santa en Alcañices y en la comarca alistana. Su sonido único, que mezcla tradición y religiosidad, llena de solemnidad las procesiones y contribuye a crear una atmósfera de recogimiento y reflexión.
𝐔𝐧 𝐥𝐞𝐠𝐚𝐝𝐨 𝐡𝐢𝐬𝐭𝐨́𝐫𝐢𝐜𝐨:
En España, las matracas se utilizaban desde tiempos remotos durante las procesiones de Semana Santa, especialmente en el Oficio de Tinieblas que se celebraba el Miércoles Santo, aunque esta ceremonia casi ya no se realiza.
𝐎𝐫𝐢𝐠𝐞𝐧 𝐲 𝐞𝐭𝐢𝐦𝐨𝐥𝐨𝐠𝐢́𝐚:
La palabra "matraca" proviene del árabe "mitraqa" que significa martillo y de "taraq" que significa golpear. Fueron muy usadas durante la Edad Media.
𝐋𝐚𝐬 𝐦𝐚𝐭𝐫𝐚𝐜𝐚𝐬: 𝐮𝐧 𝐬𝐨𝐧𝐢𝐝𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐥𝐥𝐞𝐧𝐚 𝐝𝐞 𝐬𝐢𝐠𝐧𝐢𝐟𝐢𝐜𝐚𝐝𝐨 𝐥𝐚 𝐒𝐞𝐦𝐚𝐧𝐚 𝐒𝐚𝐧𝐭𝐚:
Las matracas son más que un simple instrumento; son un símbolo de la tradición, la religiosidad y el recogimiento que caracterizan la Semana Santa en Aliste. Su sonido único llena de solemnidad las procesiones y crea una atmósfera memorable que invita a la reflexión.



𝐄𝐥 𝐂𝐫𝐢𝐬𝐭𝐨 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐏𝐚𝐜𝐢𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚: 𝐮𝐧 𝐯𝐢𝐚𝐣𝐞 𝐚 𝐭𝐫𝐚𝐯𝐞́𝐬 𝐝𝐞𝐥 𝐭𝐢𝐞𝐦𝐩𝐨 𝐲 𝐥𝐚 𝐝𝐞𝐯𝐨𝐜𝐢𝐨́𝐧

 Talla antribuida a Gregorio Fernández https://es.wikipedia.org/wiki/Gregorio_Fern%C3%A1ndez

𝐔𝐧 𝐫𝐞𝐬𝐜𝐚𝐭𝐞 𝐩𝐫𝐨𝐯𝐢𝐝𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚𝐥:
En la década de 1960, la imagen del Cristo de la Paciencia, una de las más antiguas e importantes de la parroquia de Nuestra Señora la Virgen de la Asunción y San Roque en Alcañices, fue rescatada de un cuarto oscuro en la iglesia parroquial. Se encontraba en pésimas condiciones, junto a otras imágenes.
𝐔𝐧 𝐞𝐬𝐟𝐮𝐞𝐫𝐳𝐨 𝐜𝐨𝐦𝐮𝐧𝐢𝐭𝐚𝐫𝐢𝐨:
En 2020, gracias a la iniciativa de tres vecinos de Alcañices, Paco Dacosta, Florentino Alonso (Tino) y Daniel García, junto a la colaboración de niños ilusionados como Lucio y Danielín, se abrió una colecta popular para la restauración del Cristo de la Paciencia. La imagen se expuso en el Santuario Mariano Diocesano de Peregrinación de Nuestra Señora la Virgen de la Salud para recaudar fondos.
𝐔𝐧 𝐚𝐩𝐨𝐲𝐨 𝐢𝐧𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐚𝐝𝐨:
Gracias a la intervención de Sergio Rodríguez López-Ros, la solución llegó desde Italia, a través de la Fundación Internacional "Terzo Pilastro" (Tercer Pilar) (https://www.fondazioneterzopilastrointernazionale.it/...), presidida por el profesor Enmanuel Francesco. Esta institución, dedicada a la atención de zonas abandonadas en el Magreb, sur de Italia, Oriente Medio y Lejano Oriente, también opera en campos como la investigación científica, la salud, el arte, la cultura y la asistencia social. La Fundación Terzo Pilastro, conmovida por la devoción hacia el Cristo de la Paciencia, se hizo cargo de la financiación de la restauración.
𝐔𝐧 𝐧𝐮𝐞𝐯𝐨 𝐫𝐨𝐬𝐭𝐫𝐨 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐥𝐚 𝐝𝐞𝐯𝐨𝐜𝐢𝐨́𝐧:
La restauración ha devuelto al Cristo de la Paciencia su esplendor original. Se han restaurado los daños en los pies, la túnica ha cambiado del rojo al naranja y se ha modificado la expresividad del rostro y las llagas del cuerpo. La peana, deteriorada por la carcoma, también ha sido reemplazada.
𝐔𝐧 𝐬𝐢́𝐦𝐛𝐨𝐥𝐨 𝐝𝐞 𝐟𝐞 𝐲 𝐚𝐠𝐫𝐚𝐝𝐞𝐜𝐢𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨:
Las fotos del antes y el después de la restauración muestran la transformación de la imagen. El Cristo de la Paciencia, ahora con un rostro más sereno y una mirada más profunda, es un símbolo de la fe y la devoción del pueblo de Alcañices. La comunidad ha expresado su profundo agradecimiento a la Fundación Terzo Pilastro por su invaluable apoyo.
𝐔𝐧 𝐥𝐞𝐠𝐚𝐝𝐨 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐥𝐚𝐬 𝐟𝐮𝐭𝐮𝐫𝐚𝐬 𝐠𝐞𝐧𝐞𝐫𝐚𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬:
La restauración del Cristo de la Paciencia no solo ha recuperado una obra de arte importante, sino que también ha fortalecido la identidad cultural y religiosa de Alcañices. Esta imagen, que ha pasado por tantas vicisitudes a lo largo de los siglos, seguirá siendo un símbolo de esperanza y fe para las generaciones venideras.
𝐄𝐧 𝐫𝐞𝐬𝐮𝐦𝐞𝐧:
• El Cristo de la Paciencia es una de las tallas más antiguas e importantes de la parroquia de Alcañices.
• Fue rescatada en la década de 1960 y restaurada en 2020 gracias a la colaboración de la comunidad y la Fundación Terzo Pilastro.
• La restauración ha devuelto a la imagen su esplendor original y ha fortalecido la fe y la identidad cultural del pueblo.
Imágenes del antes y el después de la restauración

Todas las reac

𝐌𝐢𝐬𝐭𝐞𝐫𝐢𝐨 𝐞𝐧 𝐀𝐥𝐜𝐚𝐧̃𝐢𝐜𝐞𝐬: ¿𝐏𝐥𝐚𝐭𝐢𝐥𝐥𝐨 𝐯𝐨𝐥𝐚𝐧𝐭𝐞, 𝐟𝐞𝐧𝐨́𝐦𝐞𝐧𝐨 𝐦𝐞𝐭𝐞𝐨𝐫𝐨𝐥𝐨́𝐠𝐢𝐜𝐨 𝐨 𝐬𝐢𝐦𝐩𝐥𝐞 𝐟𝐮𝐞𝐠𝐨?

En la noche del 18 de septiembre de 1971, la apacible villa de Alcañices, en Zamora, España, se vio envuelta en un misterio que aún hoy sigue sin resolverse. Diversos testigos presenciaron una extraña luz sobre un rastrojo quemado, dando lugar a un sinfín de especulaciones sobre su origen.

Las versiones de los testigos varían, pero coinciden en algunos aspectos: una luz vivísima y azulada, sin ruido ni objetos voladores visibles. El veterinario de la localidad, uno de los primeros en observar el fenómeno, lo describe como si de "veinte o treinta reflectores" se tratasen. Un guarda forestal, por su parte, lo asemeja a los potentes faros de un vehículo. Dos motoristas que se encontraban en la zona afirman haber visto llamas, sin oír ningún ruido ni observar objetos voladores.
Las autoridades locales, por su parte, se muestran cautelosas. El alcalde de Alcañices lo califica como un "fuego más", mientras que la Guardia Civil descarta cualquier posibilidad anómala. La voz autorizada de la Aduana apunta a un posible fenómeno meteorológico, dada la ubicación de la villa en una zona magnética.
El dueño de la finca donde se produjo el incendio, Daniel Gago Gago, también teniente alcalde de Alcañices, se muestra cauto y sin certezas. No presenció el evento y no se atreve a dar una explicación definitiva.
Las diferentes versiones y la falta de pruebas concluyentes alimentan el misterio. Algunos vecinos, especialmente los más pequeños, se aferran a la idea de haber presenciado un platillo volante. Otros, más pragmáticos, se inclinan por un fenómeno natural o un simple fuego.
El artículo "Platillo volante, fenómeno meteorológico, o un simple fuego en Alcañices?", publicado en un periódico local, recoge las diferentes versiones y ofrece una visión completa del evento. Las fotografías que lo acompañan, tomadas por TRABANCA, muestran el rastrojo quemado, con sus particulares formas circulares que tanto han intrigado a los investigadores.
A pesar de las investigaciones y las diferentes teorías, el misterio de Alcañices sigue sin resolverse. ¿Fue un platillo volante? ¿Un fenómeno meteorológico? ¿Un simple fuego? La respuesta sigue siendo un enigma que invita a la reflexión y la imaginación.