Bienvenidos a esta celebración a modo de «eucaristía de la palabra», según Miguel de Unamuno.
Excm.ª Delegada Territorial del Gobierno de la Junta de Castilla y León en Zamora, D. ª Leticia García,
Ilustrísimo Sr. Presidente de la Diputación Provincial de Zamora, D. Javier Faúndez Domínguez,
Señores, Alcaldes y Alcaldesas de los municipios y pedanías de esta comarca,
Asociación FACATA (Federación de Asociaciones Culturales de Aliste, Tábara y Alba),
Asociación La IMENA (Figueruela de Arriba),
ciudadanos, familiares, amigos, paisanos, gentes del lugar,
CELEBREMOS JUNTOS LA BELLEZA DE ESTA TIERRA.
Agradezco la benevolencia y la confianza de este galardón, un honor tan inesperado como dichoso. Una distinción que excede a la humildad de mi persona, poco más que una semilla de trigo candeal.
Grandes figuras ilustran la sabiduría y grandeza de esta tierra ancestral.
Al pensar en Tábara, me llegan los ecos lejanos del escritor León Felipe (Tábara, Zamora, 11-04-1884 en Ciudad de México), poeta bien amado, leído en mis años de adolescencia y juventud con el placer de «lo prohibido».
»
Cito el poema «Como tú», de Versos y oraciones de caminante (1920-1929).«
Así es mi vida, mi vida, piedra, como tú.
Como tú
piedra pequeña, como tú,
piedra ligera, como tú.
[…]
Como tú,
guijarro humilde, como tú
[…]
De Alba, señalo, a modo de ejemplo, al intelectual sin tacha, al antropólogo y humanista español Francisco Rodríguez Pascual, sacerdote cleretiano, director de la Biblioteca de Cultura Tradicional Zamora, publicada en la editorial Semuret: diecinueve títulos se ocupan de los distintos aspectos y comarcas de Zamora; también, de Tras-os-Montes, nuestra vecina de La Raya con Portugal, a la que nunca debemos dejar de mirar.
Desde Carbajales de Alba lo traemos hoy a nuestra memoria.
Y en Aliste, a través de mi oficio (y perdonad que lo lleve a mi campo) como profesora de Lengua Castellana y Literatura, miembro fundacional de la asociación nacional El Legado de las Mujeres e investigadora del proyecto europeo Women’s Legacy, de la Generalitat Valenciana, a la luz de esta distinción y con el poder moral que ella me otorga, levanto mi voz en defensa de la poeta MARGARITA FERRERAS LORENZO (Alcañices, 1900- Palencia, 1964). Esta poeta de la Edad de Plata o «Generación 27», compartió eventos y vida social con nombres que todos conocemos: Lorca, Salinas, Alberti, Cernuda…Muchos la acompañaron, hombres y mujeres: María Teresa León, Concha Méndez, María de Maeztu… toda una élite cultural del momento. Reclamo, pues, la necesidad de levantar del silencio la condena a la pesada losa del olvido.
Dice León Tolstói, escritor ruso: «si quieres ser universal, habla de tu aldea”.
Y me pregunto ahora, al avanzar el tiempo, ¿cuánto de hermoso recibí desde mi cuna? La cosecha es fértil. Veamos.
1.- El amor incondicional a mi familia y a los míos, que hoy están aquí. Gracias.
2.- El valor de pertenencia a una comunidad, el paisanaje. Delibes habló de ser «un hombre, un paisaje, una pasión». Y en ello estamos.
3.- Llegar y saludar, por costumbre. Abrazar y besar a tus vecinos, como una forma de actualizar los afectos, siempre vivos.
4.- Aprendí de todos vosotros y de los que se nos han ido, a ser «UNA MUJER DE PALABRA», es decir, a fijar un pacto no escrito, tácito, de lealtad.
Con ella, con la palabra como materia u objeto de modulación estética, abracé LA BELLEZA, con mayúsculas: de Safo de Mitilene o Safo de Lesbos (poetisa griega de la época arcaica, siglo VI, a. C, para Platón «décima musa») a la poeta vallisoletana Rosa Chacel o la académica y escritora Clara Janés y un largo ectc.; todas ellas, voces que me alimentan a diario. Pero nada de esto es posible sin considerar un elemento principal:
LA LÍRICA TRADICIONAL DE TRANSMISIÓN ORAL.
El romance es la composición popular por excelencia. Recordemos aquel «romance del enamorado y la muerte». Decía en los versos introductorios:
Un sueño soñaba añoche,
soñito del alma mía,
soñaba con mis amores
que en mis brazos los tenía.
[…]
Nosotros lo actualizamos a través del conocido «La Isabel»:
En Madrid hay una niña
que le llaman la Isabel,
que no la daban sus padres
ni por ningún interés.
Una noche la jugaron
a la flor del treinta y tres
[…]
Del final trágico de esta historia sabemos todos, si concluimos este romance.
5.- Aprendí el sentido de la vida, ante la inexorable e ineludible presencia de la muerte:
«Al atardecer de la vida, te examinarán del amor». (Canción funeraria)
6.- Y del amor al alba, acompañados por instrumentos tradicionales de percusión (la guadaña) nosotros tenemos la «alburiada» o «alborada».
Las voces increpan:
Levántate morenita, 8-
levántate, resalada, 8a
que ya se pasó la noche 8-
y ahora viene la mañana. 8a
Levántate.
(Adviértase la dulce sonoridad vocálica de la letra «a»)
O el galanteo masculino:
(Dice una voz varonil): -Escucha, paloma blanca, 8
que esta noche vengo a verte. 8
Asómate a la ventana, 8
si no hay inconveniente. 8
El diálogo del romance se manifiesta en nuestras composiciones:
(La dama responde) –Inconveniente, ninguno,
pero ya estoy acostada
y no tengo la costumbre
de asomarme a la ventana.
7.-Conocí la palabra poética de raigambre popular para celebrar la alegría:
El mandil de Carolina 8
tiene un lagarto pintado 8
cuando Carolina baila 8
el lagarto bulle el rabo 8
El diálogo y la apelación, de nuevo:
Respuesta de la dama:
-Bailei*, eu, sí señor.
(Varón) - Dime con quién bailaste.
(Dama) -Bailei* con miño* amor.
Versos armados en la sencillez del octosílabo asonantado, de repetición sólo vocálica, con posible influjo galaico-portugués.
8.-Ahora que estamos en un lugar de culto, cabe señalar que en todos los ámbitos de la existencia late un aliento de lo sagrado, idea que apunta la poeta salmantina Asunción Escribano. Así, en el Auto de los Reyes Magos contemplamos la adoración del niño Jesús. Esto que aparece publicado en los manuales de literatura y que enseñamos a diario, nuestra lírica alistana de transmisión oral también lo contempla: cada seis de enero, con sencillez y nobleza de espíritu:
Gente noble somos 6
los que aquí llegamos, 6
si nos dais licencia, 6
los Reyes cantamos. 6 (Romancillo de seis sílabas)
Por último, quisiera cerrar mi intervención con las palabras de un hombre al que admiro y respeto a partes iguales: Marcelino Rodríguez Pascual quien nos deja como legado la letra que puso al «Himno de Aliste» Dice así:
Es Aliste mi tierra
mi tierra nomás
donde tengo mis amores
que nunca podré olvidar.
Antes de terminar, solicito un fuerte aplauso para las mujeres de Manteos y Monteras que ocupan el palco de la iglesia. Con sus voces, han embellecido el acto, más si cabe.
(Aplauso)
Salud y larga vida a todos.
Muchas gracias.
Muchísimas gracias, Correo Alistano, por el eco de la noticia. Agradezco la gentileza de Daniel Ferreira (Alcañices), editor, por el magistral reportaje fotográfico del Día de la Comarca en Figueruela. Una bella manera de dejar testimonio vivo de nuestra fiesta y de honrar nuestra comarca. Gracias.
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